CAMPOS DEL PLATA
Avda. La Plata 1551 - Quilmes
Provincia de Buenos Aires
Restorán (tradición+gastronomía+ensueño)
Una maravilla capaz de combinar la historia con la más pura gastronomía apta para los más exigentes gourmets. Sin exagerar.
Situado en el centro de Quilmas, justamente en una finca donde se recorre los secretos que le susurran una casona construida en el siglo XIX, su propuesta diagramada por un chef amante de la perfección, Luis Fernando Caballero, su menú depara desde lo esencial de la cocina denominada tradicional (en el ámbito argentino) con la internacional (dedicada al más suspicaz comensal).
Campos del Plata está dividida en tres sectores claramente delineados: el Salón Reina Ana, con una decoración que data del año 1700 con mesas para doce personas; el Salón Rojo, con una delicada ambientación que se remonta a 1800, y con mesas hasta para ocho comensales; y el Salón Rosa o Rosado, donde el 1900 se revive para cuatro entendidos en el buen comer. Por supuesto, está el Salón General para quien osan asomarse e investigar las ocurrencias culinarias ofrecidas en un menú poco frecuente.
Para quien se decida a recorrer las instalaciones degustando una copa de vino –puede ser un Finca Las Moras –todas las uvas- o una colmada de un suave y pícaro Almamora – un cabernet savignon auténtico- podrá descubrir
En cuanto a gastronomía, nuestro tema específico pero no compatible con otros placeres que la enriquecen, la carta ofrece desde pasaras caseras rellenas con salsas muy particulares “modeladas” en secreto hasta una parrillada con cortes vacunos, costillitas de cerdo y chivito recomendables para paladares expertos en estas lides a las que son afectos los argentinos. Las papas fritas crocantes son servidas en una fuente digna del coregráfico servicio.
Como postre, el infaltable flan casero con pócimas de dulce de leche y besos de crema chantilly (ya se sabe que el erotismo no es ajeno a una buena comida. Ni hablar de brownies con helado o de un queso deleitable con un dulce de membrillo de primera calidad.
Hablar de lo profano (la cuenta) no invita al asombro: se calcula $75 por persona. Y la atención es un despliegue que se ejerce martes a la noche, y de miércoles a domingo a mediodía y por la noche. El gerente, Alfredo Barrera –un señor que conoce de psicología de gourmets, los recibe con atención encomiable en Avenida
No se van a arrepentir.
¡Ah! Y un detalle: para los chicos se prepara un menú infantil, que luego de degustado se abren las puertas para un patio de juegos al aire libre. Nada frecuente.
Anote el número telefónico: 4280-6000. Por si acaso pregunta por la señorita Elizabeth, una publicista de voz encantadora que despliega los placeres que el local depara a conocedores y a sorprendidos iniciados en
HERNANDO HARB
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