Cocina armenia árabe
De primera. De muy busto. Calidez en la atención. Hay tres sucursales de este ya tradicional restorán de comida típica: en el Bajo Belgrano (Monroe y 11 de Setiembre, TE: 4789-9300), en Villa Crespo (Lerma y Estado de Israel, TE: 4866-4000) y en Palermo (Sacalabrini Ortiz y Cerviño, 4511-6600).
En un ambiente climatizado ideal, en la sucursal palermitana nos atiende el señor Osvaldo Garbis, quien nos destaca las comodidades que ofrece el excelente sitio que es un homenaje a la gastronomía armenia-árabe. Lo invitamos a confirmarlo.
Hay una sala de juegos para niños, momento ideal para llevar a los chicos y departir los adultos en sobremesa. El estacionamiento es vigilado, lo que da seguridad máxime en estos momentos nada privilegiados en materia de protección. Y el señor Garbis se encarga de aclarar que disponen (las tres sucursales) de catering para fiestas y toda clase de eventos.
Los menús para elegir son vastos y tentadores. Elegimos uno, el encargado de optar por nuestra elección es Usted, y le aseguramos que no se arrepentirá:
De entrada: Infalible: Humus, un clásico popularísimos entre las colectividades y que saborean los no pertenecientes a ellas.
De plato principal: Prepárese unas carnes a la juliana matizadas con una salsa exquisita. Se llama (la escritura es aproximada) shaludinas al plato. Un manjar.
Si lo humedece uno de los vinos más ricos de este planeta, mejor: el Stiba Uno (de Escorihuela). Entre el perfume de la bebida y el del plato elegido la fiesta gastronómica está a la orden del día.
Como postre: qué le parece, señor exigente un Baclava. Trato hecho. La alegría es completa.
El siempre amable Garbis nos avisa que hay delivery para disfrutar en casa. No diga que no le prevenimos, guarde los números telefónicos en su celular.
El precio por persona no asciende a los $70.
Para este Día de la Madre los festejos se acentuarán. Y la gastronomía será una fiesta, más allá de lo previsto. No se trata de mera publicidad. Se lo asegura la hermandad armenio-árabe.
Las reservas hágala con tiempo.
HERNANDO HARB
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