lunes, 18 de octubre de 2010

RESTAURANTE St. REGIS, del PARK TOWER - Hernando Harb














St. REGIS, del PARK TOWER


“El que recibe a sus amigos y no presta cuidado personal a la comida que ha sido preparada, no merece tener amigos.”

Anthelme Brillat-Savarín

En pleno Retiro. Hay una convergencia de elementos dispares (in)clasificables que convierten el escenario de la ciudad en una atracción cosmopolita llena de sorpresas y de enigmas a revelar.

El restaurante St. Regis pertenece a la lista de los misterios a descubrir. Los guiamos. Dirección: Leandro Ni. Alem 1195. Tomar el ascensor y descender en el segundo piso, cualquier día de la semana para almorzar, y de martes a domingos para cenar.

Como un cortinado que se abre usted se encuentra con una maravillosa combinación de colores y la sugestión de aromas discretamente invitadores.

Está ubicado en un lujoso hotel, pegado a la torre del Sheraton, en la esquina clave de Leandro N. Alem y San Martín, pero su arquitectura es diferente. Anote: Park Tower forma parte de Luxury Collection, de la prestigiosa cadena Starwood, emparentado con joyas como los ya tradicionalmente legendarios The St. Regis de la Gran Manzana, el Excelsior de Roma. Está casi todo dicho, anunciado y prologado.

La chef es Romina Romeo (no me nieguen que su nombre es un presagio de sabores y deleites inusitados).

A las 12, tanto el buffet como la cocina a la carta es comparable a la sensualidad que nos ofrecería Deborah Kerr (distinción mediante), Grace Kelly (y su beso imprevisible a Cary Grant) y algo de la sonrisa prometedora de Ava Gardner (calzándose los zapatos y reconociendo que es una condesa con corazón gitano).

Hay verduras, mariscos de estación (el salmón envuelto en hojaldre es poesía pura o la trucha salmonada rellena es una tentación a la que Oscar Wilde no se hubiese negado. En fin, hay una combinación de pescados capaz de sentirse en la playa francesa más bella del mundo.

El almuerzo buffet ofrece más variaciones. Se sirve de lunes a viernes de 12.30 a 15. Y recuerde que incluye un aromático café y un valet parking de tres horas sin cargo. La carta de vinos es amplísima.

Para la cena recomendamos crema de centolla o el denominado dúo de cordero o codorniz asada.

Hablar de precios es (hoy en día y hasta en el St.Regis) mal que nos pese una concesión a lo ingrato de la situación, no muy al tono, que digamos.

Pero por persona puede oblar (según el vino seleccionado) unos casi $150.

Hay tentaciones tan sublimes que el dinero es un mendigo que puede emplearse para el regocijo que deparan.

Las reservas hacerlas 4318-9211,

¡Ah! Un discreto beso para la chef Romina. Lo de discreto es porque las buenas maneras se imponen ante tan vasta audiencia que colma el hermoso recinto de Plaza San Martín.


HERNANDO HARB

0 comentarios:

Publicar un comentario